Algo nítido canta sin palabras
En el fondo del ser cuando se observa
De frente ese misterio del instante
De las plantas las aves y el placer
De los nimbos tranquilos y las aguas.
Dios emerge porteño y azuloso…
De Dun Laoghaire en la banca de granito..
sobre lo gris ancestral del pavimento
por la calle final que se bifurca
En la vetusta aduana de aquel puerto
Y en veleros que semejan ballenatos
y en cuadras de canciones deleitosas
desde la James Joyce Tower hasta York…
y aquellos cristalinos de la Reina
asomada al postigo .Aquí nos canta
lo que no puede elevar a los farsantes
o a los equivocados que se estiman
poetas, cuando somos caminantes,
capaces de abrazar tanta belleza
entre el mar adormecido y acerado
del Puerto que recibe mil requiebros
y conoce-por Dios- de estos anhelos…
en una sed de lampos revelados….
Sombras de las distancias enclaustradas
En el sin fin de los deseos verdes
De las tranquilas tardes en la cima
De la banca en el Puerto Dun Laoghaire.
Gris, azules, gaviotas y pelícanos…
Aires de otoño helado en la enramada,
Y esperando en las horas que avecinan
El encuentro diario en Kilmacud;
Art y Silvia, miríadas de los ángeles
Y pájaros como el viento de la tarde
revoloteando en torno de la estrada…
Dun Laoghaire al borde de un abismo
Para salvarme de caer rendido
En una tentación de cruel ergástula
Y en el tejido oscuro del destino.
Canta el fondo Yeatsiano estremecido:
Under the first cold gleam of day?
Allá en amaneceres de los tiempos
Donde Cronos y Eolo juegan limpio
Para barrer el anchuroso Puerto…
Dun Laoghaire y los pinos del pasado
En un presente loco sin relámpagos
Por una inquieta y dulce melodía
De fairies y de sidhes que acompañan
Al poeta en la cruz de su delicia.
Rememorar el Puerto de Dun Laoghaire
Con el ansia y la paz de los minutos
Sobre la barca en la salud del mar
Junto a la noble lasitud del arte…
Y en Kilmacud los Agnews esperando
Al poeta en el té de atardeceres,
Y la Lírica de York ante sus ojos…
En Dun Laoghaire mojando los pinceles…
La Reina de las hadas se aparece
Bajo el gong dublinés de atardeceres
Que repica en el joven corazón
De un poeta tan viejo como el arco
De la puerta vencida en Castle Park…
Algo que habla, sí, de caminantes
En el añoso puerto de la Paz…
Vive The Second Coming luminoso
soñado por el Halcón de County Sligo.
Una como certeza de las aguas
Emergiendo el misterio espiritual
En las olas del sereno Mar de Irlanda…
Surca esta espina dorsal de la poesía,
Y el Spiritus Mundis revivido
En el Segundo Advenimiento del Aeda
Se posesiona del alma en este Filidh
Nacido entre palmeras antillanas…!
Julio-4-10.
17:27.
En un parque mexicano bajo la
posesión de un lampo de Dun Laoghaire
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