“Quiero que nos casemos y
vivamos nuestro amor…en
Connemara”
Teresa Cuddy. Verano
de1977
Comienza el canto azul en Connemara
Y nada importa el lugar atardecido,
Solamente la luna en la distancia
Y Alex Andersen en el ensueño redivivo.
Comienza a deletrear la noche clara
Los rincones ¡tan raros! Del planeta,
Donde acaso la mirada del poeta
Descubre aquel misterio enaltecido.
De repente un silencio y una luz
Mortecina, parpadeante y alejada
Entre los techos ebrios de alboradas
A Mary Hynes bajo el viento amada
En una reencarnación que se diluye
Por un recuerdo leve y preferido
De un lejano poeta en Connemara.
Hela allí bajo la pálida bujía,
Erguida como una espiga bajo el cierzo
Y la luna tranquila que dormita,
Hela en aquella noche ya extrañada
En lo dulce y sutil del viejo porche
Después de aquel encuentro infortunado
De una palabra hiriente bajo el ala…
Era de Connemara la muchacha
Revivida en el ser de Mary Hynes…
Afuera las batallas y los sables
Que encuentran en la chispa su delirio.
Al choque de los pérfilos cortantes
Se escuchan de los celtas el llamado
Repentino violento y hechicero
De la pluma tenaz de algún poeta,
Cuando desde la luz de las tinieblas
El alma de un guerrero arroja el arpa
Que canta ya encantada o ya insistente
A los colores tibios de la noche
En unja delectación de Connemara.
Y uno medita entonces : Connemara…
Sueño lejano de lagos y ovejitas
Cerca de aquel inmemorial castillo...
Sicomoros y brezos , abetos y silencios.
La pregunta de ¿rara es la existencia?
Retorna en la insistente duda eterna.
De repente uno está, sin saber cómo…
¿ ¿qué factores se unieron para esto,
Para que yo sea yo, Filidh sediento,
Para que tú seas tú y en Connemara?.
A caballo en la lid “Horsman pass by
¿pero qué importa? el gris no se diluye
En medio de la cruel plancha de acero
Hay almas que deambulan en silencio
-Y la obsesión por el dinero aturde
Porque sin el no yantas, no dormitas
Bajo un techo decente o desgarrado,
No curas de una abrupta enfermedad
(aunque Dios es el médico final)…
En fin poeta ancestral que ya no vives
Sin ese ilógico papel enumerado
¿ Y en Connemara lo mismo que en París!
O Portungal, lo mismo que en Berlín,
En México ,en la Haya que en New Cork,
Etcétera y etcétera y etcétera….
…Connemara se ofrece en paz del cielo
Con la cerveza clandestina hirviente,
En esa paz tan serena de Patricios,
Allí en el Rath de los monjes y el poeta
Hijo de Finn y los amores plenos…
Connmera se ofrece, pero estamos
A noviembre que lánguido decae
En este dos mil ocho de la usura…
El rumoroso río corre y pasa.
Por ese valle noble y misterioso
De la silente y dulce Connemara.
Los turistas, veloces cazadores
De estáticos paisajes en la Kodak,
Cruzan veloces por el valle tenue
De una espaciosa y verde llamarada
Para los ojos del poeta-duende
Solitario, solitario, solitario
ocultando un secreto en Connemara.
Ella alienta su vida en Connemara,
asomada en los brezos y avellanos,
la silueta emergida en la leyenda
(Liadin Y Curither enamorados
Por el amor eterno que en la noche
Emerge en el silencio tentador…
¡Rosas de Irlanda y corte acomodado
En la casa sin odio y sin usura …!
¡Teresa la de esbelta luz-palmera
Y corazón de flor dorada y roja,
Emerge de sus ojos y una lágrima…
Paso de corza libre y el susurro
Arrullando un amarillo nightingale
En las profundidades de aquel valle
En la leyenda histórica de Tara
Y del castillo azul de Connemara,
A orillas donde un lago balancea
Las barcas en la esperada desolada.
Río triste y tranquilo transparente,
Bajo el brillo sutil de los salmones
Y en el eterno choque de las olas
-diminutas cual gotas de platino-…
Sombras que hablan de un amor alado
En las verdes centurias de Saint Patrick
Allá en el hondo clamor de la distancia…
Donde un poeta se ha quedado absorto
¡Llorando su Teresa entre los brezos…
Y anhelando el retorno a Connemara…!
Iván Portela.
Nov-2008
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