A Solas con Patrick y por Dios,
Con el ansia de Irlanda en
el sendero,
Bebiendo mi brebaje en el ventero,
¡Y consumiendo tréboles de amor!
Sumergido en la loriga de Patricio,
¡ navegando en el fondo de un abismo!
Y cantando este bardo al Santo mismo,
¡ Tañendo el arpa viva del
suplicio!
¡En nombre de Sabgh y de la Eire,
El caballero, el Santo, el emergido..!
De repente en la vera de este nido
Donde crecen las aves de Dun Laoghaire.
Aquí donde, a nadie le interesa
Si un poeta lejano le declara,
Su admiración a Parraig en la clara,
¡Santa y verde visión en la dehesa!
Saint Patrick ya navega en esta ola…
Y aunque el silencio sobre el Filidh pese,
El cántico de luz le
pertenece,
Y a los hijos de Erin el
alma sola….
La loriga de Patrick luce al pecho,
El poeta rebelde y antillano,
Clamando por el cetro de su mano,
Lejos de la amargura y el
despecho...
Han cursado los lustros y los años,
Consumiendo el bagaje del
poeta,
Que canta a San Patricio en los peldaños,
Que conducen al sueño de una meta:
Elevar los cantares al que fuera,
Vencedor del dolor en el espanto,
Predicando la cruz de la roseta,
¡Hasta el cúmulo excelso de su canto!
Hoy, en el día luminoso de aquel Santo,
Que fue varón de lides y conquistas,
Emerge este poema en el encanto,
Del inspirado amor de los artistas…
Que de Patricio el fuego conservamos ,
Sumidos en la fe sin
agonías.
Plenos de luz en las mañanas frías,
¡En noches de dolor nos
elevamos…!
¡Sabedlo! Irlandeses hiperbóreos,
Nada podrá deshacer esta elegía,
Sublime y poderosa en los arbóreos,
¡Fértiles de los hijos de María!.
Islas del insondable amor de tierras,
Clavadas en lo mágico y profundo
Del espíritu lírico y fecundo,
Más allá de los hielos y las guerras,
Ahora aquí en este Oisín de luz bendita,
Se levanta un Iván pleno y alado,
¡ junto a un nuevo Patricio iluminado,
En dos islas lejanas y benditas!
¡No importan el silencio y lo vivido,
También a Oisín que así ya le cantaron,
Entre los versos libres que dejaron,
¡ Los hijos de su Erin…en el olvido!
17 de marzo de 2016